Nací en Iruñea en 1959 y siempre he vivido aquí. Socio de la A.F.C.N. A los 17 años, siendo voluntario de Traperos de Emaus, adquirí mi primera cámara, cuya marca ni recuerdo. Con ella realice mis primeras fotos en blanco y negro. Desde entonces mi pasión por la fotografía ha ido creciendo gradualmente. Siempre me consideraré un aprendiz. El interés solo se mantiene cuando tienes nuevas cosas que aprender. Quisiera mantener mi capacidad de observación y de asombro intactas. La fotografía ha sido y es para mí un camino personal, una experiencia de intuiciones, de colores, de luces y de sombras , un intercambio de energía con las personas y el mundo que me rodea.
Como fotógrafo autodidacta abierto, quiero dar las gracias a Blás Campos, porque en los cursos realizados con él, he aprendido a ver cosas que antes no veía , aunque en realidad siempre habían estado allí. Ver lo que no se ve es la gran magia. Gracias a todos los que rodean mi vida.