El día antes de morir, Khadiya Saye se había reunido con el director de una galería de arte que, sorprendido por el trabajo de la artista, quería conocerla… Después de años de dificultades para crear su obra, mientras estudiaba y hacía otros trabajos, parecía que llegaba su momento.
Su obra formaba parte de una exposición de jóvenes artistas en la Bienal de Venecia y, ahora, una importante galería le ofrecía mostrar su trabajo.
Pero el miércoles por la mañana (14 de junio), en vez de hablar de ella como una de las más importantes artistas jóvenes que emergen en Londres, fueron sus desesperados mensajes en Facebook enviados desde la Grenfell Tower lo que se pudo compartir.
Nacida en Londres, vivía con su madre de Gambia. Sin medios económicos, afrontaba su trabajo con su dinero. No conocía a nadie en el mundo del arte, pero tenía claro lo que quería crear.
El trabajo expuesto en Venecia es “Dwelling: in this space we breath”, una serie de fotografías realizadas con la técnica de colodión húmedo, con las que explora la migración de prácticas espirituales tradicionales de Gambia.
(Traducido de The Guardian, 17 de junio de 2017)
El 17 de junio se confirmó la muerte de Khadiya Saye y la desaparición de su madre. Tenía 24 años.
¿Qué pasará a partir de ahora? ¿Se disparará el precio de sus obras? ¿Se le subirá a los altares de la gloria artística? ¿Seguirá siendo la desconocida que era y se olvidará esta noticia?