La fotografía llega a mí desde la mirada infantil. Trabajo en una escuela con niños y niñas pequeños y siempre me ha fascinado su capacidad de asombro intentando atrapar un trozo de vida cada día. Empecé a fotografiar sus caras y gestos queriendo dar visibilidad a ese asombro y yo fui descubriendo la realidad cotidiana como escenas que buscan un sentido.
El sentido del que mira interpretando lo que ve.